¡Bienvenidos al boletín número 21 de Vientos de Asia! En este número de Vientos de Asia les voy a contar sobre las haenyeo, a propósito del éxito en Chile del k-drama Si la Vida te da Mandarinas…
Para quienes están recién recibiendo estos mails: éste es un boletín que envío más o menos cada 20 días, sobre cultura asiática y noticias de Asia Oriental.
Las mujeres del mar
© Haenyeo Museum, 2012
El drama coreano Si la Vida te da Mandarinas… lleva casi un mes en los puestos de los 10 programas más vistos en Chile a través de la plataforma de Netflix. La serie cuenta la historia de una familia liderada por Oh Ae-soon, una joven oriunda de la isla de Jeju, en Corea del Sur, en la década de 1950, y Yang Gwan-shik, uno de sus vecinos, quien desde pequeño ha estado enamorado de Ae-Soon.
Al inicio de la serie se muestra la relación que la protagonista tiene con su madre, quien murió cuando era pequeña, pero que le dejó valores y mucho cariño en su niñez. Esta mujer esforzada trabajaba como buceadora y recolectora de mariscos, es decir, era una haenyeo. Les voy a contar un poco más de estas mujeres, porque sí, las haenyeo son todas mujeres.
Las haenyeo son mujeres de la isla de Jeju, al sur de Corea del Sur, que bucean con la técnica de apnea para recolectar mariscos,- abulones, ostras, erizos de mar, entre otros-, y venderlos en los mercados locales. Pueden sumergirse más de diez metros y son muy resistentes al frío y al esfuerzo físico de su trabajo, a pesar de que la mayoría son mayores de 50 años y algunas de ellas llegan a los 80 años.
Hay registros históricos de haenyeo desde el siglo XVII, cuando debido a la guerra y a una brusca subida de impuestos, los hombres comenzaron a dejar el trabajo de recolección de mariscos, labor que recayó en las mujeres de la isla. Fue así como ellas empezaron a trabajar en la costa y a la vez, a formar toda una cultura matriarcal alrededor de este trabajo.
Las hanyeo comienzan a practicar su labor cuando tienen cerca de diez años. Antiguamente, solamente se protegían con ropa de algodón. Entre ellas hay tres categorías, en función de su grado de experiencia: las hagun, las junggun y las sanggun, siendo las últimas las más sabias y quienes aconsejan a las demás. Me llamó la atención que practican un tipo de respiración que emite una especie de silbido, para poder aguantar por más tiempo la respiración.
La recolección de mariscos se hace solamente algunos meses del año, pero siempre se hacen ceremonias a la diosa del mar, Jamsugut, para pedirle que la pesca sea exitosa y que las mujeres regresen sanas y salvas. Estas mismas ceremonias se ven, con ofrendas frente al mar, en el k-drama Si la Vida te da Mandarinas…
Con el tiempo, ellas se transformaron en el sostén económico de sus familias o al menos en el 50% de los ingresos de su hogar, lo que las dejaba a la par de sus maridos. Con la invasión japonesa en la península coreana, el éxito de la cosecha de mariscos fue mayor, ya que los japoneses suprimieron un impuesto que ellas debían dar al Estado, y así tuvieron altas ganancias en la venta de los productos recolectados. Muchas de ellas fueron contratadas para trabajar en Japón, haciendo el mismo trabajo.
A comienzos de la década de 1960, el trabajo de las haenyeo representaba el 60 % de los ingresos pesqueros de Jeju, mientras que entre los hombres existían importantes tasas de desempleo.
Pero desde esa misma época las cifras de haenyeo fueron bajando, ante el alza en el turismo y de otras industrias, que dejaron atrás los peligros del buceo de estas mujeres. Porque sí, también corrían el peligro de morir de enfermedades o quedarse sin oxígeno en medio de sus faenas. Ante estos riesgos, las mujeres de la isla comenzaron a elegir otros oficios, lo que significó que pasaran de ser más de 23 mil a ser 14 mil a fines de los sesentas.
© Haenyeo Museum, 2012
Los números fueron bajando en las décadas siguientes, así como también fue subiendo la edad promedio de las haenyeo. En la actualidad, el 98% de ellas son mayores de 50 años. Se calcula que quedan unas tres mil haenyeo en Jeju.
Las haenyeo son un símbolo de fortaleza y sacrificio por los coreanos, un orgullo que las llevó en 2016 a ser reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Y si visitas la isla Jeju, un imperdible es el Museo dedicado a las haenyeo, con diversas exposiciones de su labor y vida cotidiana.
Estas mujeres también son protectoras de la biodiversidad marina en Jeju y de la naturaleza. Practican la apnea a pesar de existir elementos de buceo, porque se niegan a sobreexplotar los recursos marítimos. También tienen reglas claras sobre vedas y no capturar mariscos hasta que cumplan con cierto tamaño y sean especies adultas, permitiendo que la extracción de mariscos sea sostenible.
Un dato curioso es que, según un estudio que fue publicado hace unos días, las mujeres de la isla de Jeju desarrollaron cambios genéticos que las hicieron más resistentes a las aguas frías y a mantener su respiración por unos minutos. Tal como explica aquí una nota del diario El País:
“Encontramos una adaptación evolutiva que parece reducir la presión arterial diastólica [cuando el corazón está en reposo entre latidos]. Creemos que afecta de alguna manera sus vasos sanguíneos, haciéndolos más seguros para nadar y aguantar la respiración incluso en el embarazo”, explica Ilardo a EL PAÍS. Esta variante se encontró en el 33% de los participantes de la isla volcánica, pero solo en el 7% de los participantes de Corea del Sur.
Durante las inmersiones simuladas, todos los participantes mostraron una disminución de su frecuencia cardíaca, pero en las haenyeo disminuyó 18,8 latidos por minuto (lpm) en promedio, en comparación con una disminución de 12,6 lpm en las personas de Jeju que no buceaban. “Este gen influye en la inflamación vascular, es decir, en cómo responden los vasos sanguíneos a los cambios en la presión arterial, y creemos que de ahí proviene el efecto protector”, agrega la autora principal del estudio, una característica que probablemente se deba al entrenamiento de las buceadoras.
En la serie Si la Vida te da Mandarinas… la madre de la protagonista se niega a heredar el trabajo de haenyeo a su hija. No le enseña a sumergirse, porque espera que ella estudie y pueda cumplir su sueño de ser escritora. La vida se la pone difícil, pero digamos que logra cumplir sus sueños y los de su madre, quien muere joven a consecuencia del trabajo de haenyeo-, aunque nunca se especifica de qué-. De alguna manera, me gusta el reconocimiento de lo peligroso que puede ser este oficio, pero también de lo importante que es para la cultura local.
Si quieren saber más sobre estas maravillosas mujeres del mar, los dejo con algunos links de interés:
-Reportaje de las haenyeo de la UNESCO.
- Nota de El País sobre la particularidad genética de las haenyeo.
- Reportaje sobre las haenyeo.
Tres recomendaciones
1.- Escuchando el podcast Colofón, de Fundación La Fuente, me encontré con una entrevista a la GRANDIOSA Mónica Drouilly, fundadora de editorial Noctámbula, a quien tuve el placer de entrevistar hace un par de años.
Noctámbula es una editorial independiente chilena que está traduciendo a autores japoneses, especialmente en poesía. La misma Drouilly es traductora también de uno de los libros y en el podcast cuenta cómo es el proceso de edición de autores japoneses en Chile. Los dejo con el capítulo:
2.- El chisme en China está entretenido. Lo que comenzó como una funa de una ex esposa de un médico, contando detalles de la infidelidad del doctor, se transformó en un problema de corrupción y malos tratos laborales que terminó por develar, nuevamente, los privilegios que tienen los hijos de padres ricos o que vienen de generaciones de funcionarios públicos, frente a otros que no tienen esa ventaja.
Toda la historia está contada en esta nota del China Digital Times y en este video del youtuber Jabiertzo.
3.- A propósito de Si la Vida te da Mandarinas…, IU, la protagonista, no sólo es actriz, sino también una reconocida cantante coreana. Es muy exitosa en su país y conocida por sus generosas donaciones a organismos de beneficencia. Y también tiene un programa de televisión, que se puede ver con la traducción que permite Youtube en su plataforma.
En su programa invitó a Park Bo-gum, el actor con el que co-protagoniza la serie, y juntos conversaron de su trabajo como actores, pero también cantaron varias canciones.
Panoramas
Hyde, el músico y vocalista del grupo nipón L’Arc en Ciel, estará en Chile presentando su último trabajo solista, titulado "HYDE [INSIDE]". La banda ha hecho canciones para muchos ánimes y es de mis bandas favoritas, así que colapsé un poco con esta noticia. Todavía quedan entradas para el 5 de septiembre en el teatro Caupolicán. Yo voy a cumplir mi sueño de verlo en vivo.
El próximo 31 de mayo se va a realizar la Japan Experiencia, en la comuna de La Florida, que gira en torno al ánime y los mangas. La entrada es liberada.
Me encanta Colofón, entrevistas muy interesantes. Despues de leerte creo que me animaré a ver la serie de las mandarinas!