¡Bienvenidos al boletín número 16 de Vientos de Asia! Para quienes están recién recibiendo estos mails: éste es un boletín que envío cada 15 días, sobre cultura asiática y noticias de Asia Oriental.
Espero que estas fiestas de fin de año les traigan alegrías junto a sus seres queridos.
En este número de Vientos de Asia vamos a ver cómo el k-pop llegó donde muchos nunca pensaron que llegaría: a las manifestaciones políticas.
Al ritmo del k-pop
Foto: Yonhap News
Hace dos semanas el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, decretó la ley marcial por primera vez tras la vuelta a la democracia en su país, acusando a la oposición de entorpecer su gobierno con investigaciones relacionadas a corrupción y de buscar favorecer intereses de Corea del Norte. Está demás decir que la acusación era absurda y tenía que ver con librarse de que lo investigaran a él y a su familia.
Tras el decreto, los parlamentarios,- miembros de la Asamblea Nacional-, decidieron asistir a la Asamblea para votar en contra del decreto, mientras decenas de militares se agolpaban a su alrededor para impedir el paso. Cientos de ciudadanos preocupados por el futuro de su país también llegaron al edificio de la Asamblea.
Tras horas de tensión, los asambleístas pudieron votar en contra de la ley marcial y ésta no se aplicó. En tanto, afuera del edificio de la Asamblea se sumaban más y más personas para protestar en contra de la decisión del presidente, con temor a perder la democracia que recuperaron en 1987. Muchos se quedaron toda la noche allí y así, comenzaron a frecuentar todos los días la Asamblea para protestar por un impeachment en contra del presidente, lo que en Chile conocemos como acusación constitucional.
Finalmente, después de masivas y pacíficas protestas, lograron que se aprobara el impeachment el fin de semana pasado y así destituyeron de sus funciones al presidente Yoon Suk-yeol. La decisión debe ser ratificada con un plazo de hasta seis meses por el Tribunal Constitucional, pero muchos asumen que así será. Las manifestaciones terminaron, y con ellas, todas sus peculiaridades, incluyendo el protagonismo que tuvo el k-pop en ellas.
Justo hace una semana, en mi trabajo escribí una nota relacionada a esto, y es que las protestas comenzaron a llenarse de bastones de luz, conocidos como light sticks, que los fans de k-pop llevan a los conciertos. Cada grupo de k-pop tiene su light stick y muchos de ellos permiten sincronizar colores con una app en el celular durante las presentaciones en vivo de la banda.
La aparición de estos bastones de luz se relaciona con las protestas del 2016, en contra de la presidenta Park Geun-hye, donde miles de coreanos asistieron con velas a protestar por varias noches por la salida de la mandataria. Las manifestaciones ese año lograron la destitución de la presidenta, después de un largo caso de corrupción y tráfico de influencias que la involucraba a ella y una asistente. En fin, la cosa es que mucha gente llegaba con sus velitas a las manifestaciones de tarde y noche. Y la nueva versión de esas protestas se modernizó con los jóvenes milleanials y centenialls, que esta vez llevaron sus light sticks.
Además de la edad de los manifestantes, se cruza el hecho de que las mujeres han sido y son el grupo que mayoritariamente se ha opuesto al conservador Yoon Suk-yeol. Y que muchas de ellas son fans del k-pop, ya que la industria del k-pop está mucho más enfocada en los gustos y deseos femeninos.
Recordemos que Yoon Suk-yeol desde su campaña promovió iniciativas como la eliminación del ministerio de la mujer en Corea del Sur.
La agencia Reuters en una nota al respecto entrevistó a Stephanie Choi, investigadora de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo, quien afirmó que los light sticks reflejan el “poder de la solidaridad manteniendo al mismo tiempo el significado original de la no violencia”.
“El K-pop es un espacio predominantemente femenino… y sus demandas feministas han dado forma a la estética y las actuaciones del K-pop actual”, afirmó Choi.
Además de los light sticks, en las manifestaciones se escuchó k-pop y mucho. Claramente no son canciones políticas, pero muchas hablan de sensaciones de alegría, de libertad y de rabia, de emociones con las que los manifestantes empatizaban.
Además, allá están llegando al invierno, así que moverse al ritmo del k-pop incluso ayudó a escapar un poco del frío.
En las protestas sonó Aespa, el tema que acaba de sacar Rosé con Bruno Mars y TREASURE, sólo por nombrar algunas agrupaciones.
También las manifestaciones estuvieron llenas de memes. Tal como un momento en Chile, en 2019, tomó otro significado Pikachu, Naruto y hasta un tierno perrito callejero fallecido años antes, allá los carteles originales y chistosos tomaron protagonismo, replicándose en redes sociales. Muchos imitaban a los carteles de asociaciones y sindicatos, pero de manera más irónica, como la asociación de personas que duermen hasta tarde y los que les gusta cierto tipo bebidas y odian otras.
Ya con la aprobación del impeachment, las protestas disminuyeron y Corea está a la espera de lo que decida el Tribunal Constitucional. Pero las anécdotas y la influencia del k-pop en estas manifestaciones no pasará desapercibida. Tampoco para la industria del k-pop. Sólo es cuestión de tiempo para que adapten esa rebeldía a sus canciones y formatos, con un fin comercial.
Tres recomendaciones
1.- Takashi Miike es un director con muchos años de experiencia en el cine de terror y suspenso. En junio pasado, y sin avisos de por medio, Netflix sumó a su catálogo su última película Lumberjack the Monster, basado en una novela del mismo nombre. Trata de un abogado psicópata que un día se enfrenta a un monstruoso asesino serial y se obsesiona con buscarlo y matarlo. En Netflix está disponible como El monstruo leñador.
2.- 69 , de Ryū Murakami, es el último lanzamiento de la editorial independiente chilena Abducción. Abducción es una de las pocas editorial a nivel latinoamericano que está editando y traduciendo autores japoneses. Está más que recomendado que pasen a ver su catálogo, se van a llevar gratas sorpresas.
3.- Casiopea es una agrupación de jazz fusión japonés que nació a fines de los años setentas. Su música influyó mucho en lo que más tarde sería en city pop y en el pop nipón, además de la música electrónica. Suenan muy de su época, pero también tienen temas que suenan muy actuales. Son unas de las bandas más importantes de jazz de Japón y siguen haciendo música hasta hoy.
Panoramas
En el Parque Orione de Cerrillos, en la Región Metropolitana, se está realizando el Festifal Tianfu, un festival de luces chinas. En este enlace pueden comprar sus entradas.