¡Bienvenidos al boletín número 15 de Vientos de Asia! Para quienes están recién recibiendo estos mails: éste es un boletín que envío cada 15 días, sobre cultura asiática y noticias de Asia Oriental.
Este número llega más de una semana atrasado a ustedes. Voy a serles sincera, se debe a temas de salud. Así que he decidido escribirlo cuando pueda y quiera, no obligarme a enviar este boletín que tanto amo. Espero que ese cariño fluya por estas letras y les llegue de alguna manera a sus correos.
En este número de Vientos de Asia vamos a reflexionar un poco sobre el fenómeno de los conciertos y documentales de empresas de k-pop en las carteleras de cines de todo el mundo.
De la pantalla chica a la grande
Hybe es una de las agencias coreanas más importantes de k-pop en la actualidad. Pasó de ser una empresa a punto de caer en quiebra, a ser una transnacional que opera en Corea del Sur, Estados Unidos y hasta México. Todo gracias a su grupo más conocido, BTS.
La historia de BTS es larga de contar, pero es una historia de superación muy linda. Aunque este boletín no va a tratar de ellos específicamente, sí les recomiendo ver este video especial que les dedicó el youtuber mexicano Farid Dieck.
Volviendo a Hybe, no sólo es una de las agencias de k-pop más grandes en el mundo, sino también cuna de otros grupos musicales y dueña de hasta una aplicación para fans llamada Weverse, que permite estar al día de los conciertos, presentaciones, fotos y hasta comentarios que sube el o la famosa del cual eres fan. Weverse permite acercar a los fans a sus artistas favoritos, además de que le permite al artista tener un medio directo por el cual comunicarse con sus fans y hacer transmisiones de streaming en vivo.
Weverse, además, tiene una app complementaria llamada Weverse Shop, que permite comprar entradas a conciertos y merchandising oficial de los artistas. Para finales del año pasado, Weverse ya contaba con más de diez millones de usuarios activos.
Les cuento de BTS y de Weverse porque intento reflejar la magnitud que tiene Hybe y cómo, desde hace unos años, se dieron cuenta que su capacidad de crecer como empresa dependía de adaptarse y de formar parte de toda la cadena de producción de una experiencia artística, ya no sólo de lo que implica hacer un disco musical.
En economía,- según lo poco que aprendí de eso en la universidad-, a esto se le llama integración vertical, y es cuando a la misma empresa está involucrada en más de una etapa de su cadena de producción y/o suministro. En este caso, la agencia ha comenzado a involucrarse en la venta de entradas y no sólo la producción musical, sino de los eventos en vivo y también de los recuerdos que los fans compren de sus artistas favoritos.
Pero Hybe ha ido más allá y ha decidido entrar al mundo del cine. No es novedad que el mundo musical con el del cine desde hace muchos años tienen una relación. Ya deben conocer las películas de Los Beatles y musicales como La La Land, sólo por dar un par de ejemplos. Sin embargo, me llama la atención el boom de este fenómeno en el caso del k-pop y lo que puede significar para el futuro de las carteleras.
A nivel internacional, Hybe desde hace unos años organiza el Hybe Cine Fest. Es básicamente un festival de cine con películas de conciertos y documentales de los artistas de la agencia, entre ellos TXT, BTS y ENHYPEN. Desde este año, el Hybe Cine Fest llegó a Latinoamérica, con películas que se proyectaron en las salas de Cinépolis entre el 14 y el 20 de noviembre.
Las películas que proyectó el festival eran principalmente conciertos. En el caso de Map of the Soul ON:E, de BTS, era un concierto del 2020 que las fans,- llamadas army-, no pudimos presenciar debido a las restricciones por la pandemia.
Fui al cine el sábado pasado a ver este concierto y en verdad es toda una experiencia. Las fans casi llenaban la sala de cine y en el hall del recinto había concursos, cartones tamaño real de los artistas para sacarse fotos, regalos de las army para los asistentes y hasta personas bailando las coreografías del grupo. Muchas llevaban su armybomb, una linterna que permite usarse en los conciertos para alentar a los artistas.
En la sala, las armys prenden sus armybomb, como si estuvieran en el recital en vivo. Y gritan y tiran bromas cada vez que su integrante favorito canta o sale en primer plano en la pantalla. Hasta pidieron subir el volumen de la proyección, cosa que el cine hizo.
Para mí, éste es un tipo de evento que llegó para quedarse. En medio de la crisis de creatividad del cine de Hollywood y de la bajada asistencia a las salas de cines en todo el mundo, estos eventos atraen a cientos de fans en todo el continente. Llenan salas, porque la experiencia es lo más cercano a estar en un verdadero concierto. Y es que el público quiere buscar esa relación directa con sus artistas favoritos, ya sea a través de Weverse, viendo la transmisión en vivo que los músicos realizan, o la experiencia de los recitales.
La tendencia va a ser buscar cada vez más esta interacción y experiencia, por sobre incluso la misma música y el consumo de ella en internet. Y no sólo lo digo yo, acá el crítico musical y autor de uno de mis boletines favoritos, Ted Gioia, también lo explica, en un post dedicado a cómo predice que va a ser la industria de la música de aquí a unos años más.
Los artistas tendrán muchas opciones para conectarse directamente con sus fans, por lo que no necesitarán grandes compañías musicales.
¿Viste lo rápido que despegó TikTok? Las discográficas no sabían qué les pasaba. Y lo mismo pasó anteriormente con YouTube, Napster, MySpace, Limewire y otras plataformas.
Muchas de ellas acabaron por derrumbarse, y por una buena razón. Para construir un verdadero imperio en el mundo de la música se necesita talento y creatividad, no solo distribución digital. En la actualidad, hay demasiadas formas de llegar a la audiencia con la música, y en el futuro habrá más.
Y esto, agrega que son el tipo de fans como las armys las que moverán esta industria en poco tiempo, quienes están dispuestas a gastar mucho en experiencias en vivo o en el cine, más inmersivas.
Un número creciente de "superfans" impulsará la economía de la industria musical y tendrán lealtades intensas hacia los músicos y los géneros.
Los streamers se equivocarán. Imaginan un futuro de oyentes pasivos que consumen pistas insulsas de IA, mezcladas con anuncios. Pero ya vemos el surgimiento de un tipo diferente de amante de la música, conocido como el superfan .
Los superfans ya generan el 30% de las reproducciones de los artistas más importantes y compran la mitad de los productos. Esta audiencia marcará la pauta para el futuro.
Los streamers los odian, porque los superfans son menos rentables en línea que esos consumidores atontados que se quedan con la reproducción automática y que las empresas tecnológicas manipulan a su antojo. Pagan la misma tarifa de suscripción que todos los demás, pero escuchan mucha más música.
Según las matemáticas de Silicon Valley, estos son los peores clientes. Aman demasiado la música.
Pero para el músico, un superfan es diez o veinte veces más valioso que un oyente pasivo.
Así que aquí es donde se producirá la ruptura entre el negocio de la tecnología y el negocio de la música.
Por último, pone en evidencia un fenómeno que ya estamos viendo en la música, y es que los recitales o giras están generando mayor rédito para los artistas que la venta de discos o las escuchas en apps.
La música en vivo será el evento más popular de la ciudad y demostrará que hay una enorme cantidad de energía y emoción que no ocurre en una aplicación de teléfono.
Los superfans quieren música en vivo y están dispuestos a pagar por ella. Es lo que estamos viendo ahora mismo con el Eras Tour de Taylor Swift.
¿Quién habría imaginado que la mayor fuente de ingresos en el sector musical provendría de la música sin pasar por el mundo digital o del streaming? Pero eso es exactamente lo que está sucediendo.
Estas predicciones que Gioia hace de la música ya son una realidad en el k-pop o, al menos, un trabajo ya avanzado. No soy quien para juzgar si esto es bueno o malo para la música, pero al menos, creo que será mucho más bueno para los y las fans.
Tres recomendaciones
1.- El japonés Junji Ito es uno de los más destacados autores del terror japonés en los mangas, que son los cómics japoneses. Sus historias rozan lo psicodélico y son famosas por sus dibujos perturbadores. El autor se destaca por preferir las historias cortas y son esas historias las que fueron pasadas a la animación y están disponibles en Netflix con el título Junji Ito Maniac: Relatos Japoneses de los Macabro.
2.- Quiero recomendarles este artículo del China Digital Times, que habla sobre la baja de libros importados desde Taiwán a China. Al parecer, el gobierno chino está limitando a los autores taiwaneses que pueden ser vendidos en librerías, así como también vigila a los libreros y sus ventas.
3.- Jin, integrantes de BTS, lanzó hace unas semanas su primer álbum en solitario, Happy. Pueden escucharlo completo en Spotify y en otras plataformas musicales, incluyendo los dos sencillos "I'll Be There" y "Running Wild", quizás las dos canciones más felices del disco y que reflejan las emociones que Jin quería transmitir.
Panoramas
El grupo de k-pop Stray Kids confirmó un concierto en Chile para marzo del próximo año, en el contexto de su gira “dominATE”, y las entradas comenzarán a venderse esta semana a través de TicketMaster, en el siguiente enlace.
El jueves 28 de noviembre, en la sede de la Universidad Central, se realizará el conversatorio Violencia y Memoria: Derechos humanos en Corea del Norte y Chile. Una Aproximación Comparada. Es con entrada liberada, pero con previa inscripción.
El 12 de diciembre se realizará el Segundo Congreso de Estudios Asiáticos Pregrado de la Pontificia Universidad Católica de Chile. La programación aún no está disponible, pero se sabe que se realizará en el Campus San Joaquín de la UC.