¡Bienvenidos al boletín número 10 de Vientos de Asia! No puedo creer lo rápido que han pasado estos meses y cuánto ha crecido esta comunidad que sigue y lee este newsletter. Gracias a quienes se han sumado a estos vientos cargados de palabras.
Para quienes están recién recibiendo estos mails: éste es un boletín que envío cada 15 días, sobre cultura asiática y noticias de Asia Oriental.
En este número de Vientos de Asia les cuento sobre el Gaokao, la prueba de admisión a las universidades chinas. Además, algunas recomendaciones musicales, series y panoramas.
Las nueve horas que pueden definir tu futuro
*Imagen creada con IA Create de Microsoft
Gaokao es el examen que todos los jóvenes chinos deben realizar para entrar a alguna de las universidades del país. Es el equivalente a lo que en Chile es la actual PAES, y lo que en mis tiempos fue la PSU,- como decimos acá, se me cayó el carnet con este dato-.
Claro que la Gaokao es muchísimo más difícil que cualquier prueba de selección universitaria en Chile y en Latinoamérica. Los chinos estudian desde niños para rendir en esta prueba, a veces todo su periodo escolar, solamente para lograr un cupo en una buena universidad.
La prueba tiene antecedentes en la cultura e historia china. Ya en el año 605 D.C., durante la dinastía Sui, se comenzó a aplicar la prueba de selección de funcionarios públicos que debían servir al emperador, como una oportunidad de movilidad social para miles de campesinos o hijos de comerciantes. Quienes eran seleccionados, tras superar pruebas en literatura y textos confucianistas, podían ascender socialmente y debían obediencia al gobernante. Este examen conocido como “Keju” permitió a miles de chinos salir de la pobreza durante cientos de años, hasta 1905, y sólo se interrumpió cuando gobernaron los mongoles en China.
Pero, el primer Gaokao como tal comenzó a implementarse en 1952. Con “El Gran Salto Adelante” de Mao, se vio interrumpido entre los años 1959 y 1977. Luego, tras la muerte de Mao asumió Deng Xiaoping como líder nacional, quien reestableció la prueba para definir el ingreso a las universidades.
Desde la mitad de los ochentas la prueba tomó una relevancia mayor. Los jóvenes en zonas rurales y también de grandes ciudades comenzaron a ver en los estudios universitarios un acceso a mejores salarios y a un ascenso social no sólo individual, sino familiar. Cada año se sumaban cientos de miles de estudiantes a rendirla y cada año la dificultad aumentaba.
Este año, 13,4 millones de jóvenes rindieron el Gaokao en junio, 500 mil personas más que en 2023. La prueba sólo se rinde una vez al año y dura cerca de nueve horas, repartidas en dos o tres días, dependiendo de la provincia. El puntaje máximo de las pruebas son 750 puntos.
Las pruebas son de Lenguaje, Matemáticas e idioma extranjero, donde se puede optar por el inglés, español u otros idiomas. Además, los alumnos deben elegir una opción entre Humanidades (que incluye la opción de historia, geografía o ciencias políticas) y de Ciencias (con las opciones de química, biología o física). De todas formas, desde 2021 en algunas provincias ahora es obligatorio elegir una prueba en Ciencias y otra en Humanidades. Además, actualmente cada provincia realiza un Gaokao con contenido enfocado en su zona, por lo que no son las mismas preguntan del Gaokao de Beijing que las de otras ciudades.
Lo interesante y extraordinario es lo que ocurre alrededor del examen. Sin duda, es un evento nacional. Durante esos días, el país casi se paraliza. Las construcciones de edificios y casas se detienen en algunas zonas para evitar que el ruido distraiga a los estudiantes que rinden las pruebas, se organizan vecinos para llevar a los jóvenes de manera gratuita a los locales de rendición y hasta taxistas crean tarifas especiales para llevar a los estudiantes. Además, la policía está disponible para acercar a los jóvenes a los lugares donde se rinde el examen y si es necesario, parar el tránsito para darles prioridad.
Es un examen cargado de estrés. Hay mucho en juego según cómo rindas en el Gaokao. Por ello, en promedio un estudiante chino estudia 12 horas diarias, con el objetivo de mejorar su puntaje en este examen. Además de las clases en escuelas regulares, casi todos los chinos tienen clases de reforzamiento solamente enfocados en el Gaokao, por lo que el día de estudio fácilmente se puede extender hasta las 10 de la noche.
Este nivel de presión le ha pasado la cuenta a muchos jóvenes. Se conocen muchos casos de estrés extremo en adolescentes, así como también de suicidios y autolesiones, ante el miedo al examen. Es la misma presión que intentan describir los medios, como el ABC Noticias.
El educador e investigador de la Iniciativa Global de Innovación Educativa de la Universidad de Harvard, en China, Xueqin Jiang, dijo a la BBC que la prueba se ha posicionado como un “asunto de vida o muerte”, y que cada alumno ya no percibe a los demás como compañeros, sino como “competidores”.
Para los padres y familias de los estudiantes también es un momento importante. Es la oportunidad para que sus hijos puedan estudiar en una de las 50 mejores universidades de China, que implica que puedan acceder a tener un sueldo un 30% más alto que los egresados de otras casas de estudios. Es tal el nivel de preocupación por sus hijos, que días antes del Gaokao los estudiantes y sus familias asisten a actividades organizadas por sus escuelas, donde se gritan consignas y buenos deseos, como si fuesen a la guerra. Y muchos de estos padres esperan con pancartas y carteles a sus hijos afuera del recinto donde rinden la prueba, como una forma de acompañar al joven en ese momento.
El contenido del examen es un secreto de estado. Un mes antes del Gaokao se seleccionan a los profesores que desarrollarán las preguntas. Ninguno de ellos debe tener ni un familiar ni amigo que rinda ese año la prueba. Durante todo ese mes, estos profesores alojan en una zona especial y no se les permite ningún contacto con el mundo exterior, para evitar cualquier tipo de filtración.
Las imprentan que imprimen las copias de cada Gaokao tampoco pueden filtrar las pruebas y a sus empleados también se les prohíbe comunicación con el exterior los días anteriores a la prueba. El traslado de las copias y todo el proceso está resguardado por la policía y transporte blindado.
El mismo día del examen los estudiantes también se someten a un riguroso sistema de seguridad. Deben pasar los escáneres en los establecimientos donde se rinde el Gaokao, así como también corroborar su identidad con documentos oficiales, mientras que son rodeados de inhibidores de señales telefónicas. Todos los recintos donde se realizar la prueba son vigilados por decenas de cámaras de seguridad, monitoreados por observadores, ya que copiar o hacer trampa en estas pruebas está penado por ley y puede arruinar sus sueños de estudiar una carrera universitaria.
Siempre hay quien quiere hacerse el listo. Se han pillado a algunos estudiantes queriendo hacer trampa en el Gaokao, incluso con pequeñas cámaras en sus lentes y audífonos astutamente escondidos. Pero el escarnio público, el riesgo de ir a la cárcel y de perder para siempre el acceso a la universidad, disuaden a muchos de intentar engañar al sistema.
“No es necesariamente difícil, es más bien muy competitivo”, le dijo a BBC Mundo Yong Zhao, profesor en la escuela de Educación de la Universidad de Kansas
*Padres esperan a sus hijos afuera de los lugares donde se rinde el Gaokao, en 2017.
La nota de la BBC Mundo da cuenta de lo competitiva que es la prueba, ya que los puntajes dependen también de cómo le va al resto de quienes rindieron esa prueba, es decir, se genera una distribución de acuerdo a los puntajes de todos los estudiantes.
Por otra parte, el Gaokao es casi una institución más en China. A pesar de las críticas, enfocadas en advertir que los estudiantes más bien memorizan y limitan el pensamiento crítico sólo para estudiar para este examen, lo cierto es que en el gigante asiático el Gaokao da la sensación de meritocracia y entrega la posibilidad de ascenso social a jóvenes de zonas rurales.
En China se tiene la percepción de que muchas cosas son corruptas, pero no el gaokao, apunta Zhao.
Por el momento, no hay perspectiva de que este sistema cambie. Seguramente el Gaokao va a seguir marcando, para bien o para mal, la vida de los jóvenes chinos por mucho tiempo más.
Por mi parte comprendo el nerviosismo y la ansiedad que puede generar esta prueba. Quizás no es el caso de todos, pero para mí prepararme en el colegio y el preuniversitario para la PSU y saber que del puntaje que sacara dependía no sólo entrar a una buena universidad, sino también acceder a becas y beneficios económicos- sin ellos no hubiese podido estudiar-, debe ser de lo más estresante que he vivido. Recuerdo que salí llorando de una de las pruebas porque no alcancé a terminar de responder, sintiendo que pude haberlo hecho mejor. Lloré horas. Y los días antes de rendir el examen, apenas dormí del nerviosismo.
Entiendo que este sistema de selección universitaria tiene ventajas para un país tan grande y poblado como China. Una de ellas es que corre pocos riesgos de ser corruptible y trampeada, como sí pasa en países como Estados Unidos, donde hace unos años se conoció un gran escándalo respecto a familias ricas que aseguraban el ingreso de sus hijos a famosas universidades- hasta hubo un chileno condenado por soborno-. Pero estoy segura que también deben avanzar en un mecanismo más justo, que permita incluir la creatividad y el pensamiento crítico como elementos a valorar para seleccionar a los estudiantes en universidades. Y que someta a menos estrés a los jóvenes chinos. Al final, sólo se es joven una vez en la vida.
Para este Newsletter usé como referencia este video de Jabiertzo y este de Manu Shi donde hablan de Gaokao.
Tres recomendaciones
1.- Estoy fascinada con las aventuras de Nicolás, un joven chileno que estudió chino mandarín y lo habla de manera fluida, y que ha podido visitar China dejando registro de sus aventuras en diversos videos y fotos en sus redes sociales. El joven es muy amistoso y además valiente para probar toda la comida callejera que se encontraba en China.
Lo pueden seguir en Instagram y en Tiktok , donde podrán conocer un poco más del diario vivir en China.
2.- El Amor es como Chachachá es un drama coreano no muy dramático. Tiene mucho humor y la historia transcurre en un pueblito costero de Corea del Sur, con paisajes muy lindos y personajes entrañables. Es uno de mis dramas favoritos, con una historia tierna y divertida.
La producción es del 2021 y está disponible en Netflix. Protagonizada por dos actores muy famosos en Corea del Sur: Kim Seon Ho y Shin Min A.
3.- Haku Circle es un grupo japonés de cuatro jóvenes veinteañeras, muy influenciadas por sonidos de bandas de rock indie estadounidense e inglesas. Han sonido fuerte en redes sociales por su último single “dedede” y por el cover que hacen del tema “Mono no aware”.
La verdad es que suenan bien, frescas, juveniles y con un toque de nostalgia del rock indie de los noventas.
Panoramas
Desde el 3 de septiembre y hasta el 6 de octubre se estará exhibiendo en Vitrina Mapa del GAM, en Santiago, la muestra “De viajes y transformaciones, China en la Colección del Mapa”, que muestra obras de arte y cerámica del gigante asiático.
Del 25 de septiembre y hasta el 30 de octubre se va a realizar el taller de poesía asiática y sus diásporas, en el campus San Joaquín de la Universidad Católica. El taller está abierto a todo público y será impartido por Berenice Ramos y Jessica Sequeira. Más información sobre las inscripciones en este link.
Durante todo este mes de septiembre el Cine UC incluirá en su programación películas del cineasta japonés Yasujiro Ozu, uno de los grandes exponentes del séptimo arte de ese país. Las funciones son de lunes a viernes a las 16 y 18:30 horas y sábado a las 11 horas, en la Sala de Cine UC, Centro de Extensión Alameda (Alameda 390, Metro U. Católica). Entrada Liberada.